martes, 28 de diciembre de 2010

La capital del Imperio: Roma

El año 752 AC, en el centro de lo que hoy es Italia, se fundó una ciudad que tras unos siglos se convertiría en la capital del mayor imperio de la edad antigua. Capaz de llamar al Mar Mediterraneo  Mare Nostrum: el mar nuestro, y convertirlo en el "impluvium" del Imperio. Por supuesto Roma.

Reconozco que mi idea de Roma no era muy positiva. Las dos veces que había estado no me había terminado de convencer. Ésta vez quería bajar a Pompeya y Roma era puerta de entrada obligatoria. Y como dice el refrán, a la tercera va la vencida. Ahora puedo decir que me gusta mucho ésta ciudad.

Viajar en Diciembre tiene el inconveniente de que las horas de luz son pocas y hay muchas más fotos nocturnas de las que yo suelo hacer. A cambio no hemos tenido que aguantar las colas de otras veces para los museos vaticanos.

Quizás el monumento más reconocido de Roma sea el Coliseo. Un impresionante anfiteatro construido entre el 72 aC y el 80 dC y que tenía un aforo de 50.000 personas.


Desde fuera ya impresiona pero hasta que no estás dentro no aprecias la obra completa.


Lo que llega a meter en la foto el gran angular...



Aquí se han celebrado luchas entre gladiadores, con fieras y muchas otras "diversiones".

En los alrededores estaban muchos de los grandes edificios públicos de la Roma imperial: los Foros, el circo máximo, la domus aurea....


Continuando el paseo nocturno aparecimos en uno de los sitios que más me gusta: la plaza frente al Panteón de Agripa.
Es una de las muchas plazas de Roma siempre con gente y presidiendo, el Panteón.

Algún día tengo que enderezar la foto. Se me va a caer el Panteon hacia la izquierda.

El Panteón es el monumento mejor conservado de la época romana y es que está casi como el día que se terminó. Por cierto, siempre había leído que la mayor cúpula era la de San Pedro del Vaticano. Y no, con
43,44 m de diámetro el premio se lo lleva ésta. Y construida en el 128 dC. Como curiosidad el óculo o agujero central, de 9 m de diámetro.
Era un templo dedicado a todos los dioses y hoy es una iglesia. Quizás por eso esté tan bien conservada.



Muy cerca está la Plaza Navona, con sus fuentes de Bernini. En Navidades ponen el mercadillo como en la Plaza Mayor. Había unos nacimientos carísimos pero espectaculares. Y es que poner el nacimiento es una costumbre italiana que llegó a España en la época del reino de Nápoles.





Y de vuelta al hotel, otro de los sitios más visitados de la ciudad (Y que por suerte ésta noche estaba casi solitario), la Fontana de Trevi.
El conjunto es toda una fachada y se terminó en 1762. Un poco excesiva para mi gusto.



Quizás uno de los monumentos en los que más haya que usar la imaginación sean los Foros. Se visitan juntos los foros y el monte palatino. Ahora queda poco más que montones de ruinas y algunas columnas aisladas. Pero vamos un poco más atrás.
El Foro era el lugar de gobierno de las ciudades romanas. Y éste era el centro del imperio. Aquí estaban el mercado, la justicia, templos varios,.... En muchas cosas, el centro de un imperio que llegaba desde Hispania hasta el mar Caspio y desde Inglaterra hasta Egipto.






La máxima extensión del imperio la consiguió el señor que mando construir ésta columna en el foro que lleva su nombre: Trajano. Nacido en Itálica, cerca de Sevilla.



Y entre el foro y la Plaza Venezia, el monumento a Victor Manuel



La razón principal para éste viaje era una ciudad mucho más pequeña que Roma. De hecho, no vive nadie desde el 24 de agosto del 79 dC. Ése día el Vesubio entró en erupción y enterró bajo la ceniza Pompeya hasta 1748.
Hoy está declarada Patrimonio de la Humanidad y junto con Herculano (Otra ciudad más pequeña también enterrada)  han enseñado cómo era el día a día de los romanos más que ningún otro lugar.
Y aquí va la queja. Si me cobran los 11 euros de la entrado completa, ¿POR QUE ME CIERRAN LA MITAD DE LOS EDIFICIOS QUE ELLOS MARCAN COMO IMPORTANTES EN SU GUÍA? Quizás en verano te dejen ver más, pero es un poco triste.
Pompeya fue una prospera ciudad comercial en la actual bahía de Napoles. Sufrió varios terremotos y fue reconstruida varias veces hasta que en el 79 el Vesubio la cubrió de cenizas, junto a muchos de sus habitantes y sus pertenencias. Y así ha llegado hasta hoy. En la mayoría de las ruinas romanas sólo quedan monumentos aislados o paredes reconstruidas que apenas levantan un palmo del suelo. En Pompeya sin embargo se ven todas las calles empedradas, tabernas, pintadas y grabados caseros en las paredes, miles de frescos decorativos......
Es como volver 2000 años.




Cave Canem, o lo que es lo mismo, Cuidado con el Perro

Paso de peatones a lo romano. ¡Y las huellas de los carros!
La montaña del fondo es el Vesubio.





Una de las imágenes más famosas de Pompeya son los "moldes" de sus habitantes. Al quedar enterrados por la ceniza los cuerpos se fueron descomponiendo y quedó el hueco. En las excavaciones, los arqueólogos los rellenan de yeso y el resultado es el molde del cuerpo, con la expresión exacta en la que quedó. Si lo piensas es bastante tétrico.


Antes de volver a Roma en tren, un paseito por Nápoles. (Que caos de ciudad. Si puedes conducir aquí, ya nunca tendrás problemas)



Al estilo de la galería comercial de Milán, ésta es la versión napolitana



Un paréntesis fotográfico. ¿Qué hacer cuando una foto te parece sosa?



Una opción.... Marearla



El último día lo dedicamos a visitar el Vaticano y sus museos. De éstos últimos lo más interesante es la Capilla Sixtina (Y único sitio donde no permiten las fotos)



De la basílica, todo enorme. Personalmente me parece excesivamente grande.



La Piedad


Me gusta más la subida a la cúpula, con unas vistas espectaculares de Roma. Aunque haya manifestación por la moción de censura de Berlusconi...



Una ciudad que no hay que perderse.

jueves, 25 de noviembre de 2010

Por el cono Sur (II): Desierto de Atacama, Chile.

Hacía mucho tiempo que quería conocer ésta zona de Chile y nunca había podido cuadrar las fechas. Ésta vez, por distintas razones, había días para subir hasta San Pedro de Atacama.





Solo un consejo: si no quieres madrugar, no vengas a San Pedro. Todas las excursiones comienzan muy pronto.
La primera, con salida a las 4 de la madrugada, a los Géiseres del Tatio. (Aunque ver amanecer allí es un espectáculo)








Cuando llegamos, la temperatura era de -9º c (Estás a 4300m de altura), pero como el agua está caliente....





Sigo intentando recordar el nombre de éste pueblo (A ver si alguien me ayuda). Pudimos probar la carne de llama.



En las zonas de valle, como éste de los ríos Purifica y Puripica crecen los cardones, muy usado en las construcciones para puertas y vigas.




Saliendo de San Pedro hacia Calama está la cordillera de la Sal.

El Valle de la Muerte.





Y sobre todo, el Valle de Luna. Aquí dimos un paseito atravesando el valle y la quebrada.






Éstas figuras de piedra se llaman las tres Marías, y es que parecen 3 mujeres rezando. (Ahora son sólo dos porque algún turista simpático se subió en una para hacerse una foto y la derribó)



El Salar de Atacama es el tercero más grande del mundo. Ya conocía el salar de Salta en Argentina, y me esperaba algo parecido. Pero no. El argentino es blanco y totalmente liso mientras que éste es como una tierra recién arada. Nos explicaron que es por la ausencia de lluvias: no hay agua suficiente para que la sal cristalice. (Que para eso Atacama es uno de los desiertos más secos del mundo...)
Aún así, hay varias lagunas en las que se pueden ver flamencos.









Mira que son feos
Desde el salar se continua hacia las lagunas altiplánicas. Son dos lagunas a más de 4000m de altura con un entorno espectacular. Es impresionante la luz y el espacio que tienen.







Un animal difícil de ver: el ñandú.

De vuelta a San Pedro, el camino del Inca en su cruce con el trópico de Capricornio.


Todo recto a Machu Pichu

Otras lagunas del salar son la de Cejar y Tebenquiche.
Las lagunas Cejar tienen una altísima concentración de sal, así que flotas. Te ahorras el tener que nadar... A cambio quedas todo blanco de sal cuando te secas.




Los ojos del salar son dos lagunas redondas, una al lado de la otra y con bastante menos concentración de sal que las Cejar.


Y desde aquí a la laguna de Tebenquiche para ver la puesta de sol.


Es otra laguna salada, pero de poca profundidad. Parece que en días sin aire refleja los Andes como si fuera un espejo. Nosotros tuvimos aire pero aun así merecía la pena.


Curioso el color rosado de las montañas con la puesta de sol.


Y como fin, una última tarde lluviosa de Buenos Aires. Habrá que empezar a pensar en el próximo viaje.



 Pasadlo bien