En Gredos otra vez: Cinco Lagunas y la Galana.

Cinco Lagunas fue una de las primeras rutas de montaña que hice. Y desde entonces vuelvo de vez en cuando.
La salida es desde Navalperal de Tormes siguiendo la garganta del Pinar durante todo el recorrido. La primera parte es por un valle muy amplio y sin apenas subida. Entre el calor y la distancia, este tramo de aproximación siempre se hace muy largo.

Aproximación por el valle.

Es muy curioso ver como el valle va cambiando de forma: desde la V a la típica de U de los valles glaciares. Se aprecia perfectamente donde acababa el glaciar y quedaron las morrenas.
Y así hasta el chozo, a partir del cual el valle empieza a hacerse más agreste y a subir más rápido. Entramos en el Gredos de granito.

Laguna de Majalaescoba

Pasamos la laguna de Majalaescoba y ya se va intuyendo a la izquierda el valle colgado de Cinco Lagunas.

Siempre impresiona ver la fuerza del agua. Si no, que se lo pregunten a ésta piedra.

Majalaescoba al fondo.

Y por fin la primera de las cinco lagunas.

No podían faltar a su cita las cabras. (Por cierto que noche nos dieron, éstas no saben que la noche es para dormir...)

Al día siguiente queríamos intentar subir La Galana así que desde la laguna Cimera, subimos hasta los 2300m para dormir en la Laguna del Gutre. Desde aquí el entorno es un caos de enormes bloques de granito desprendidos. Si os fijáis en la foto varéis a Gonzalo cerca de la laguna para que coparéis el tamaño.

Laguna del Gutre y vista de todo el recorrido para el día siguiente: a buscar el cortado que se ve hacia la izquierda.

Al lado de la laguna encontramos un refugio para vivac donde dormir. Tuvimos una noche sin una nube y a eso de las 23 teníamos encima el mejor cielo de estrellas que recuerdo (Incluido el de los Esteros, que se le va a hacer). Y cuando salió la luna parecía que habían encendido una luz blanca espectacular, toda la montaña con una luz pálida... El problema fue que en cuanto tuvieron luz con la luna las cabras empezaron a comer alrededor nuestro y si te movías empezaban a balar los cabritillos. No sé los que estaríamos durmiendo arriba... (De dos patas sólo nosotros)

Al día siguiente continuamos subiendo hasta La Galana. No llegamos hasta arriba porque el último trozo se veía muy aéreo.

Ultimo tramo de La Galana. Parece que se va a venir abajo en cualquier momento.
Aquí nos quedamos.



Vista hacia el Circo, con el Ameal de Pablo en primer término.



Por aquí habíamos subido y ahora tocaba bajar.

Desde éste punto ya sólo quedaba bajar. Nos faltaban unas 5 horas hasta el coche.

Habrá que volver otro día para hacer cumbre, quizás desde el Circo.

Exif: 30 y 31 de Agosto de 2010.