sábado, 21 de agosto de 2010

Portugal: Un recorrido por el Alentejo

Un día del pasado mes de Mayo, perdiendo el tiempo por internet, vi unas fotos de ésta región de Portugal. Eran pequeños pueblos fortificados en la cima de pequeñas montañas. Había surgido un nuevo viaje.
Aprovechando unos días libres del trabajo me fui dirección a Cáceres para, desde allí pasar a Portugal. El resto del itinerario no estaba decidido. De hecho, se concretó en Cáceres: había que terminar en Sevilla.

Cáceres

El Alentejo es una de las regiones más pobres de Portugal, con pocas ciudades grandes y enormes extensiones de llanura cerealista.

A 15 km de la frontera está Castelo de Vide. Es un pueblo fortaleza con varias iglesias, castillo, judería... Y muy bonito para pasear.


Vista desde el castillo.
Todos éstos pueblos fortificados se construyeron para defender la frontera con España.

Si en Castilla la Mancha el color de las casas es azul, aquí es siempre amarillo.



No hay edad para que te guste salir en fotos: me vio con la cámara y en vez de molestarse empezó a reír...






Muy cerca de Castelo está Morvâo, subido en lo alto de un cerro. Visto desde el castillo parece un barco en medio del campo. Fue muy importante ya desde tiempos musulmanes y luego en varias guerras. El castillo sólo consiguió asaltarse una vez, en 1833.


Morvâo en lo alto de su cerro.

Sin embargo, la ciudad que más impresiona por sus fortificaciones es Elvás, muy cerca de la frontera siguiendo la autopista hacia Lisboa.
Es muy difícil hacer fotos que muestren la dimensión de las fortificaciones de la ciudad. Son del S.XVII, con dos cinturones concéntricos, foso y castello. En algún sitio he leído que es el mejor ejemplo de ciudad fortificada de Europa de esa época.

Vista de Elvás

Elvas


Muy cerca están los llamados pueblos del mármol. El más importante es Extremoz. Rodeados de canteras de mármol, lo usan en todas las construcciones. Hasta los bordillos de las aceras están hechos de mármol.


Extremoz



Centro histórico de Extremoz, todo de mármol blanco. 
La capital y ciudad más importante del Alentejo es Évora. La ciudad existe desde época romana y muy cerca hay restos de campos de menhires y dólmenes. Está declarada Patrimonio de la Humanidad.
Quizás el monumento más conocido sean los restos de un templo romano, normalmente conocido como templo de Diana.


Templo de Diana y la catedral al fondo. ¿Hace una caña?
Dicen que es el monumento romano mejor conservado de Portugal y posiblemente de la península. Es verdad que sólo quedan unas columnas... pero parece que las hubieran puesto ayer.

Me encanta cuando te dejan cotillear sitios poco habituales en las iglesias. Es como volver a la edad media.
Tejado de la catedral, o, como ellos dicen, la Sé.
Otro sitio que me dijeron que no me podía perder era la iglesia de Sâo Francisco y la Capilla dos Ossos. Bueno, la iglesia no está mal pero nada espectacular. A ver la capilla. ¿Ossos? ¿Qué será eso?...... Pues como su nombre bien dice, Capilla de los HUESOS. (Si es que uno a veces es muy ignorante)

Todas las paredes y columnas están cubiertas de huesos. Las líneas de la bóveda son calaveras.
Era una capilla para la oración de los monjes franciscanos. Les recordaba la temporalidad de su estancia en la tierra.



Casi todas éstas ciudades conservan los acueductos que se usaron para llevar agua. Pero como lo han integrado con las casas no lo había visto nunca. Habrá que proponérselo a los segovianos.

Acueducto y casas.


Cerca de Évora hay varios campos de menhires. Cromeleque dos Almendres.
Por supuesto recorriendo Portugal no pueden faltar los azulejos cubriendo las fachadas.

Azulejos de una fachada en Beja.

Serpa fue el pueblo más al Sur que visité. Aquí el terreno es más llano y se nota que hay menos turismo. Son pueblos más pequeños y tranquilos.

Serpa.

Desde Serpa sale la carretera que entra en España por Rosal de la Frontera y recorre toda la Sierra de Aracena, direccion a Sevilla. Por cierto, aquí está el pueblo de Jabugo.
De camino, en la carretea estaba indicada Granada de Rio Tinto. Y no me pude resistir. (Había tiempo, en Sevilla no tenía que estar hasta las 17:00 más menos). Y curioseando un poco se llega a las minas de Rio Tinto. Han sido explotadas por fenicios, romanos..... y hoy se sigue extrayendo hierro. El agujero es descomunal.



Y ese mineral de hierro es el que da ese color rojo tan especial al agua del río. Ojo, tengo entendido que el color es natural, no por restos de la mina. (Aunque yo creo que ayuda bastante).



Curiosidad. Aunque parezca imposible, hay vida en el agua. Son unas bacterias que se alimentan de hierro. Desde hace varios años hay biólogos y gente de la NASA estudiándolas : parece que son unas condiciones muy parecidas a las que hay en Marte.

Sevilla. Fin de trayecto. Ya sólo queda la vuelta. ¡Que calor!
Muchas gracias Aida por el alojamiento. Me gustó mucho la terraza al lado de la Giralda. Hay que repetir, a partir de Noviembre.


Ésto ya lo conocéis.
 Y aprovechando que el Guadalquivir pasa por Córdoba y que hacía muchos años que no entraba en la Mezquita, una pequeña parada en la capital del califato.
Hace años que los musulmanes vienen pidiendo que les dejen rezar en la mezquita. Sería muy bonito ver a dos grandes religiones bajo el mismo techo. (Creo que va para largo)



Y con ésto y unos 1700 km se volvió a casa.

Exif del viaje: 15/05/2010 a 18/05/2010




No hay comentarios:

Publicar un comentario